Los mejores Poemas para llegar a su corazón
Del cielo cayó un pañuelo bordado con letras negras y en cada punta ponía: «¡Tu madre será mi suegra!»
El cristal de mi ventana, lo empaño con mi aliento, en él escribo tu nombre y luego lo borro a besos.
El día que te conocí lancé un alfiler al mar, el
día que lo encuentre, te dejaré de amar…
Aunque te vayas de aquí siempre estarás en mi
mente, nunca serás mi pasado, siempre serás mi presente.
Te quiero porque te quiero, sin motivo ni razón, te
quiero porque estoy loc@ y ¡me has robado el corazón!
Cuando miro tu foto me entran ganas de llorar, tener
tus labios tan cerca y no poderlos besar…
Una cosa haré contigo que tú conmigo no harás,
quererte toda la vida y ¡no olvidarte jamás!
Que más da dormir o estar despierto, si cuando estoy
despierto sólo puedo pensar en ti, y sólo duermo para soñar contigo…
1 beso de tu boca, 2 alas me daría y 3 metros sobre
el cielo volaría…
Uno aprende a amar, no cuando encuentra a la
persona perfecta, sino cuando aprende a creer en la perfección de una
persona ¡¡¡imperfecta!!!
Cómo podré olvidarte si cada vez que te olvido
empiezo a recordarte…
¿Qué es el amor? En matemáticas, un problema. En
historia, una guerra. En química, una reacción. Y en dibujo ¡un
corazón!
Alguna vez me pregunto por qué la vida es tan
bella. Y ahora ya lo sé: porque tú ¡estás en ella!
No me tires piedrecitas que me puedo lastimar.
Mejor tírame un besito que me puedo enamorar.
Anoche cuando me desperté mis ojos se humedecieron y
entonces comprendí lo mucho ¡que te quiero!
Es triste mirar al mar en una noche sin luna, pero
más triste es amar sin esperanza ninguna.
Si cada vez que pienso en ti una estrella se
apagara, no quedaría en el cielo estrella que brillara…
Si la nube se hizo agua y el invierno primavera,
aún queda la esperanza de que tú a mí me quieras.
Dicen los expertos y confirman los sabios que
para ir al cielo sólo hace falta un beso de tus labios.
Me pides que te diga qué es un beso, me pides 1000
palabras, no lo sé, pero deja que mis labios enseñen a los tuyos lo que
es.
No tengo alas para ir al cielo, pero tengo este
poema para decirte lo mucho que te quiero…
Detrás de tus ojos está el cielo, detrás de tu
espalda está la mar. Te entregué mi amor, pero lo rechazaste, y dijiste
«necesito más».
NUNCA digas NUNCA tampoco digas SIEMPRE, pero dime
que me quieres como NUNCA y para SIEMPRE.
Aquel beso que me diste tenía algo: magia, miel y
ternura. Tu boca se convirtió en mi obsesión y tus ojos en ¡mi locura!
Quisiera ser el aire que respiras, quisiera ser
el sol que te ilumina, pero lo que más quisiera ser es… ¡el amor de tu
vida!
El primer amor es verdadero, el segundo pasajero, el
tercero es lindo y bello… ¡pero nunca como el primero!
No quiero perlas de mar, ni perfumes del Oriente,
sólo tu amor y que perdure eternamente.
Ayer te escribí un verso, donde te hablo de mi amor
inmenso. Hoy te lo doy impreso y quiero a cambio un beso.
Quisiera que me besaras hasta dejarme sin aliento,
tocar el cielo juntos y quedarme sin conocimiento.
Cuando mis días sean mágicos y mis noches llenas
de luz, ésa será una señal para decirme que a mi amor eres tú.
Cada vez que pienso en ti, mis ojos rompen en
llanto… Y muy triste me pregunto por qué te quiero tanto.
¡Cómo me gustaría ser escalera o tan sólo un
escalón, para escalar por tu cuerpo y llegar a tu corazón!
Piropos que son ¡flechazos de amor!
¿Me dejas tu teléfono? Quiero llamar a mi madre
para decirle que he conocido ¡al chico de mis sueños!
Besarte es un sueño con el que no me permito soñar,
no vaya a ser que me guste demasiado y ¡no me quiera despertar!
Si te viera una noche cualquiera, con esos ojos tan
claros, te diría: «Sube a mi bici ¡que se me han roto los faros!».
Apuesto que hoy dormirás con los ángeles y
soñarás conmigo, pero… ¡un día dormirás conmigo y soñarás con los
ángeles!
¡¡¡Quién fuera gato para pasar siete vidas a tu lado!!!
Si tú no hubieras nacido, el día de San Valentín no tendría sentido.
Si quererte fuera pecado, yo tendría ¡el infierno
asegurado!
Me gustaría ser ladrón ¡para robarte el corazón!
Dime con quién andas y si está bueno ¡¡¡me lo
mandas!!!
Si tuviera que regalarte algo, te regalaría un
espejo, porque después de ti, lo más bonito ¡es tu reflejo!
¡¡¡Cuánta carne buena y yo encima estoy a dieta,
cañón!!!
¡Cuidado, creo que se te ha caído un papel! ¡El
papel que te envuelve!
Si fuera biólogo, te clonaría ¡para mejorar la
especie humana, buenorro!
¡Quién fuera abrigo para abrazarte y ser más que un
amigo!
¿Sabes por qué el mar es salado? ¡Porque tú te
llevaste toda la dulzura!
He buscado en el diccionario la palabra
perfección y sales tú y tu dirección.
¡Si fuera cantante, ya te habría compuesto una
canción!
A ver si me cuentas cómo te escapaste del museo…
¡obra de arte!
Qué distraídos están en el cielo, porque se están
escapando los ángeles...
¡Si fuera extraterreste, haría lo que fuera por
bajar a la Tierra a conocerte!
¡Lo tuyo sí que es carne y no lo que mi madre echa a
los macarrones!
Tú no debes tener miedo a la oscuridad, con esos
ojazos iluminas todo.
Mmm… Ahora mismo me comería un helado que
llevara tu nombre.
Ni Maxi, ni Robert, ni Taylor… ¡nadie supera lo que
un día crearon tus padres!
¡Cómo ha avanzado la tecnología que hasta las
flores caminan!
¡Pero qué es estooo! ¿Qué hace una estrella volando
tan bajito?
Eres tan dulce que sólo con mirarte se me pica una
muela.
¿Sabes dónde venden los números para ganarte
como premio?
Si las rosas fueran celosas, se marchitarían al
verte pasar…
¡Cómo me gustaría ser la nata que acompañe este
bombón de chocolate!
No sé si es por tu pantalón o por tu cazadora, pero tú no estás como un tren, ¡¡¡estás como una locomotora!!!
¿Tienes antepasados escoceses? ¡Con esos ojitos me has dejado a cuadros!
De arriba a abajo estás de infarto, de cuerpo entero ¡estás de miedo! ¿Para qué tanto rodeo para decirte «te quiero»?
Tienes los ojos de gato. ¿Qué tal si me arañas un rato?
El ayuntamiento ya está tardando en dedicarte una estatua. ¡Monumento!
Si las mates son ciertas y el profesor no miente, ¡eres el tío más bueno de todo el continente!
Eres tan dulce y sabroso que, con sólo mirarte, engordo.
Por ti iría al Polo Norte… ¡¡¡hasta en pantalón de deporteeeeee!!!
Si fueras lágrima, nunca lloraría para no perderte.
¡Quién fuera bronceador para derretirse en esa piel!
Estás como Paco… ¡Como pacomerte!